jueves, 11 de diciembre de 2014

A un metro de ti

Hoy mis ojos se encontraron con tu cuerpo en el metro. Y desgraciadamente estabas tan guapa como siempre.
Me imaginé como te iría la vida.
Si me invitarías a tu boda o me llamarías si enfermas.
Me pregunté si ya estás mejor de lo tuyo. De lo de ser egoista, me refiero.
Yo estoy mejor, de lo de quererme algo más.

Oye, que gracias. Gracias por suavizar el golpe. Por irte poco a poco. Por ese pequeño detalle de quitarte la careta despacito.
Que no te preocupes que seguiré mintiendo al decir que de nosotros solo queda un puzzle detrás de un mueble con nuestra primera foto y algún que otro texto que nunca publicaré. Por que tú y yo sabemos que mentir es una disciplina que se nos da muy bien.

Tengo que decirte que hoy fue la primera vez del mes que tu recuerdo destrozó mi armadura.
Esa que está compuesta por besos en mil camas distintas.
Esa que se hace cenizas si me quemas con una simple mirada entre andenes.
¡Y joder! Que antes no me importaba que me quitases todo con una mirada porque te tenía en la sábana de al lado.
Pero ahora, ahora... A veces estoy sin nada estable y duele que me toque tu puto recuerdo.

Siempre tuviste la vergüenza muy corta y las mentiras muy largas.
Y yo más, y yo siempre más. Lo sé. Conozco tu pataleo de niña pequeña.
Hacer daño era trampa me decías con esa boquita tan bonita que te ha dado tu Mama. Hacer trampa era hacer daño te decía yo. Y así terminamos, tu haciéndome trampas y yo lleno de daños.

¿Recuerdas la primera vez que nos juntó la vida? ¿Y la última?
Qué ridícula la idea.
Qué injusto el pensamiento. De preferir no haberte conocido, querido, vivido, muerto con cada beso que no era para mí pero sí para eso que tu tanto tienes...
¡Cara! Tú le echaste cara. Y yo te puse la cruz.
Y tú ya. Y yo no sé. Lo de seguir llorando por las noches, digo.

No te costó nada olvidarme.
De hecho, me olvidaste varias veces en una misma cama, en distintas noches.

Tengo la teoría de que el que se va, casi siempre es el que se queda. Con otro ¡claro! Se entiende.
Hacía falta ser muy valiente para reconocer que fuiste una cobarde.
Hacía falta. Y tú, tú ya no la haces.
Y yo, yo no quise verte correr. Sentir... que me perdía, cuando tu te encontrabas... sin mí.

Mario Carrion Garcia @DesnudaFuturos

5 comentarios:

  1. De hipocresía está lleno el mundo, eso tú ya lo sabes.
    Ojala llegue alguien pronto que sepa darte todo eso que tú te mereces.
    Las personas bonitas como tú no se merecen estar tristes.
    ¡Que grande eres!

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    1. De hipocresía, de cariño y de amor, eso también tú lo sabes. Lo sabemos.
      Acaba de llegar esa persona y bueno hacia tanto que no estaba tan bien con alguien que da hasta miedo a veces.
      Gracias por tus palabras "bonica".
      Un besazo muy fuerte. Espero que el destino se porte bien y me haga volver a encontrarme contigo y tu familia.

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  4. Ay, creo que este es mi favorito. Siempre que lo leo me remueve todo por dentro. Eres genial ^^

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