domingo, 1 de mayo de 2016

Cuidate. Mi vida. Siempre seras tú.

Creo que las madres te cuidan estén donde estén. Son eternas. Sentirlas siempre cerca fue algo sencillo. Cierra los ojos y piensa en último abrazo que te dio. Salva.

Mi Dios es ella. Me llena la nevera y me sonríe cuando siento que este mundo se va a la mierda. Es mi heroína sin capa. Pero con un caparazón enorme, que me protege cuando regalo el corazón como su madre me enseñó y me lo dañan.

Me dolería no sentir su whatsapp por la noche preguntándome si voy a dormír a casa. Contestarle "estoy llegando". Y pensar en ese mismo instante que lo único que no quiero aprender es a echarla de menos.

Que el mayor piropo que conozco es cuando me dicen que me parezco a ti. Ojalá.

Propongo un brindis por todos los triunfos que se lograron solo con la confianza de las madres. Como si fuera el mejor apoyo para no caerte.

Cuidate. Mi vida. Siempre seras tú.