"Como tengo que decirte que me dejes en
paz, que el corazón me pesa, que este suelo esta fregado de lagrimas recientes,
y si te caes te levanto pero solo me acuesto contigo.
Cuantas
veces te tengo que decir que si te quedas y me das la espalda solo sea en la
cama.
Que no
quiero volver a verte, pero si verte volver y joder que paradójico, como pesa
este puto desastre.
Ya no sé
si decirte "adiós" o "quédate un rato más" pero se parece
mucho a no quererme una mierda.
Que manía
la mía de llevar siempre más peso del debido.
Y no sé.
Así con todo.
Quédate.
Total solo escribimos sin miedo cuando nos quedamos en
blanco"
Mario Carrión
Necesitamos que alguien nos diga que todo va ir bien. Pero quedándose. No huyendo detrás de otro futuro
sábado, 25 de enero de 2014
viernes, 17 de enero de 2014
Por los sujetadores sin relleno.
"Por los sujetadores
sin relleno, por los labios sin pintar pero que dejan marca igual, por las
sonrisas verdaderas, por las lagrimas falsas, por las mentiras que tienen las
patas largas, ojos claros y un nombre propio, por las palabras sin sentido, por
ese pie izquierdo al levantar, por las piezas sin recambio, por las miradas que
perdonan vidas, por las huellas que dejamos, por las vidas que tocamos, por los
insomnios que regalamos, por los cuellos que rozamos, por los abrazos que
comparto, por ese silencio que se deja oír.
Por los que rompen la
calma, por quien madruga y ni dios les ayuda, por los recuerdos enlatados sin
fecha de caducidad, por la memoria de lo que queremos olvidar, por los enfados
que se pasan con las luces apagadas, por esos brazos que no abrazan, por las
vidas en la recamara sin usar, por esas promesas que se encasquillan, por los
que apagan el mundo y te encienden los sueños, por el último trago, por la
última carta, por el sexo sin amor, por el amor sin sexo, por ti...por mi...
porque el mundo es nuestro"
Mario Carrión.
viernes, 10 de enero de 2014
Todo sonaba a mentira.
"Sólo recuerdo que eran
las 8 de la tarde, de un triste martes que llovía como si se terminara nuestro
mundo y que no lloraba, y que las
lágrimas me quemaban en los ojos y que se me hizo un nudo en la garganta tan
grande como el mayor de los silencios marineros.
Y, bueno, estábamos
despidiéndonos, y el ambiente estaba impregnado de la tensión característica de
la última vez que ves a alguien, no sé si me explico.
Todo sonaba a mentira,
a plástico, a cirugía estética en mis acentos, a dinero de Monopoly, a quiero
decirte las palabras más bonitas del mundo por si ya no vuelves a escuchar mi
voz nunca más, pero ya ni salían, pero ya no eras… tu.
Y cuando me di la vuelta
y empecé a sentir que la perdía, qué bonito, y qué paradójico, la necesité como
siempre y me sobraba más que nunca"
Mario Carrion
Mario Carrion
miércoles, 8 de enero de 2014
Sin saber muy bien qué hacer contigo.
"Sin saber muy bien qué hacer contigo
Ni con mis alas
si conmigo nunca supe resolver
Ni volar
si contigo dormidas pasan las horas
Sin reloj
Si conmigo vuelan rotas
Si contigo yo soy frágil
y sólo conmigo invencible.
Porque la soledad inmune
me mató hace tiempo
fuerte como la roca
de mi corazón convertido
En ceniza
desde que dejé de saber
que hacer contigo.
Sin mi"
Raquel Asumendi y Mario Carrion
Ni con mis alas
si conmigo nunca supe resolver
Ni volar
si contigo dormidas pasan las horas
Sin reloj
Si conmigo vuelan rotas
Si contigo yo soy frágil
y sólo conmigo invencible.
Porque la soledad inmune
me mató hace tiempo
fuerte como la roca
de mi corazón convertido
En ceniza
desde que dejé de saber
que hacer contigo.
Sin mi"
Raquel Asumendi y Mario Carrion
viernes, 3 de enero de 2014
Por aquello que nunca queríamos ser… desconocidos.
“El último
día fuimos no sé muy bien a donde, no me hagas mucho caso pero creo que era al
precipicio donde juramos nunca llegar, justo lo que dijimos y hablamos tantas veces que no haríamos, no por
nada, bueno quizás si por algo, por todo aquello que un día fuimos y ya no por
eso sino por aquello que nunca queríamos ser… desconocidos.
Eso sí,
me acuerdo bien que eran asientos cercanos y a la vez tan separados con los
ojos empeñados y empañados en no verse, intentando cuadrar algo en este puzzle
de 3 piezas. Recuerdo el frío anclado junto a nuestros pies, el amor no tuvo
mucho más que decir hacía tiempo que ya no estaba en ti y mucho menos se le
esperaba.
Me
acuerdo bien de las lágrimas de fuego que lloré en el autobús y ahora lo veo
distinto, diferente, raro, extraño… y no volverse a ver, ni que fuera un
instinto, diferente raro extraño, tonto y tantas veces cínico que parece que es
jugar a hacerse daño”
Mario Carrion
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