sábado, 15 de febrero de 2014

Se fue con alguien que tampoco se quería.

Nunca soy feliz del todo -me dijo-
Yo conteste que jamás lo sería si no se quería.
Se fue.
Se fue con alguien que tampoco se quería.
Y hablando de perder.
Después de nuestra guerra lo difícil fue no mirar atrás, para no ver todo lo construido convertido en ruinas, escombros y silencio.
Tenías tanto poder destructivo como el de las olas cuando arrasan los castillos de arena de los niñ@s.

A veces batallamos interiormente porque no queremos dar guerra a nadie. Y joder. Que dañó nos hacemos a nosotros mismos.
Es lógico que no queramos combatir con alguien que sólo nos pedía guerra haciendo el amor. Pero se necesitan muchas guerras frías para entenderlo.

Mi bandera blanca siempre fue mi cuerpo desnudo, mis miedos son las heridas de alguna batalla donde la soldada no distinguía los colores de mi bandera.
Lo reconozco yo en las guerras siempre fui el cobarde que no sabía gritar "retirada". Por miedo a irme sin perder del todo.

1 comentario:

  1. "A veces batallamos interiormente porque no queremos dar guerra a nadie. Y joder. Que dañó nos hacemos a nosotros mismos.
    Es lógico que no queramos combatir con alguien que sólo nos pedía guerra haciendo el amor. Pero se necesitan muchas guerras frías para entenderlo."

    Eso es el amor ¿no? Sufrir por los dos y no querer ver el final de la guerra. Creo.

    Gracias por las buenas palabras en el blog. Puedo decir lo mismo de ti, y multiplicado. Me han gustado todos, pero este es "touché".
    Un beso.

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